
Jerbos, pequeños exploradores
Los jerbos de Mongolia son pequeños roedores que conquistan a cualquiera con su simpatía, vitalidad y comportamiento curioso. Proviene originalmente de las regiones semidesérticas de Mongolia y del norte de China. Han sabido adaptarse perfectamente a la vida en cautividad, convirtiéndose en una de las mascotas más fascinantes y fáciles de cuidar dentro del mundo de los pequeños roedores.
Son extremadamente activos, sociales y limpios. Les encanta excavar, jugar y relacionarse entre ellos, por lo que siempre es recomendable mantenerlos en pareja o en pequeños grupos del mismo sexo. Verlos interactuar, construir túneles o acicalarse mutuamente es una experiencia tan divertida como relajante.
En Mister Roedor criamos jerbos sanos, equilibrados y sociables, con especial atención a la genética, la alimentación y el bienestar. Cada jerbo se cría en un entorno enriquecido, limpio y libre de estrés, para que llegue a su nuevo hogar feliz, fuerte y curioso.
Además, son muy limpios. A diferencia de otros roedores, los jerbos casi no huelen, ya que producen muy poca orina y dedican mucho tiempo a su propio aseo. Su jaula se mantiene en buen estado durante más tiempo y no requiere limpiezas tan frecuentes.
Con el trato adecuado, los jerbos pueden llegar a ser muy dóciles y confiados. No suelen morder y se acostumbran fácilmente a la presencia humana, lo que los convierte en una mascota excelente tanto para adultos como para niños responsables.


Si se les observa con atención, se pueden descubrir jerarquías, juegos y hasta pequeñas discusiones entre ellos. Por todo esto, es importante nunca tener a un jerbo solo. En la naturaleza viven en grupos familiares, y un jerbo aislado puede desarrollar estrés o apatía.
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Morfología del jerbo
El jerbo de Mongolia (Meriones unguiculatus) es un roedor de tamaño medio dentro de los pequeños mamíferos, con una longitud corporal de 10 a 12 cm, más una cola de 8 a 10 cm cubierta de pelo y rematada por un penacho característico. Su peso suele oscilar entre 70 y 120 gramos, dependiendo del sexo y la genética.
Su cuerpo es compacto y musculoso, adaptado para el salto y la excavación. Posee patas traseras más largas que las delanteras, lo que le permite impulsarse con fuerza y moverse ágilmente. Sus ojos son grandes y expresivos, las orejas pequeñas y redondeadas, y el pelaje denso, suave y brillante.
Gracias a su cola peluda, el jerbo mantiene el equilibrio y regula su temperatura corporal, algo vital en su hábitat natural, donde las temperaturas cambian con rapidez.
Carácter y comportamiento en los jerbos
El jerbo es un animal extremadamente social, curioso y activo. Le encanta interactuar con sus compañeros y explorar cada rincón de su entorno. En la naturaleza vive en grupos familiares bien estructurados, y por eso no se recomienda tener un jerbo solo, ya que la soledad puede causarle estrés o apatía.
Son animales muy inteligentes y confiados si se les trata con respeto. Rápidamente se acostumbran al cuidador, reconociendo su olor y voz. No suelen morder y pueden llegar a comer de la mano, aunque lo ideal es dejar que sean ellos quienes se acerquen.
Una de las mayores ventajas del jerbo como mascota es su actividad diurna: a diferencia de otros roedores nocturnos, los jerbos están despiertos y activos durante gran parte del día, lo que permite observarlos fácilmente.
Curiosidades sobre los jerbos
El jerbo no tiene olor fuerte, ya que produce muy poca orina y mantiene una higiene constante.
Se comunican con sonidos suaves, golpes con las patas (drumming) y el lenguaje corporal.
Pueden dormir juntos en grupo, apilados en sus nidos para mantener el calor.
Son capaces de recordar rutas y reconocer estímulos del entorno.
Su esperanza de vida media es de 3 a 5 años.
Les encanta excavar túneles y construir cámaras subterráneas para dormir o almacenar comida.
Cuidados y necesidades del jerbo
Los jerbos son animales resistentes y fáciles de mantener, pero necesitan un hábitat adaptado a sus costumbres naturales.
Hábitat:
Lo ideal es un terrario o jaula de cristal grande, con base sólida y tapa con ventilación.
Deben disponer de al menos 80×40 cm por pareja, aunque cuanto más espacio, mejor.
Añade una capa profunda de sustrato (20 cm mínimo) para que puedan cavar túneles.
Incluye casitas, tubos, ramas, ruedas sólidas y materiales para el nido.
Temperatura y limpieza:
Temperatura ideal entre 18 y 26 °C.
Limpieza parcial cada 2 semanas, conservando parte del sustrato viejo para mantener su olor familiar.
Alimentación:
Su dieta debe basarse en mezclas específicas para jerbos, con cereales, semillas, legumbres y pequeñas porciones de frutas o verduras frescas.
Agua siempre limpia y fresca disponible.
También pueden recibir proteína animal ocasional, como gusanos deshidratados o huevo cocido.
Variedades de pelaje y color en los jerbos
Los jerbos domésticos presentan una gran diversidad de colores, fruto de una cría selectiva y responsable.
Colores más comunes:
Agutí natural: marrón dorado con barriga clara.
Negro: uniforme y brillante.
Beige o Argente: dorado claro con ojos oscuros o rojos.
Lilac o Dove: gris claro con matiz azulado.
Siamés: cuerpo crema con extremidades oscuras.
Himalayo: blanco con puntos en orejas, patas y cola.
Albino: blanco con ojos rojos.

Tipos de pelaje:
Corto estándar: el más común, suave y brillante.
Satinado: con reflejos sedosos y luminosos.
Rex: ligeramente rizado, con bigotes ondulados.

Cada combinación de color y textura hace que cada jerbo sea único, reflejando tanto su belleza como su carácter curioso y alegre.
En Mister Roedor trabajamos con líneas de jerbos cuidadosamente seleccionadas por su salud, genética y sociabilidad. Criamos en un entorno tranquilo y enriquecido, priorizando siempre el bienestar animal y la adaptación al hogar.







